Pinocho se portaba mal y no le gustaba estudiar. Estaba enojado por no poder cumplir el sueño de su papá Gepetto. Ser un excelente futbolista. Y lo peor de todo: decía mentiras y su nariz crecía y crecía!
Rabioso y frustrado decidió escapar una vez más y partió sin mirar atrás. Pero en la posada de las hermanas casaderas descubrirá su verdadera vocación. Ser cantante. Y su vida cambiará de inmediato porque como dice el Hada Azul la verdadera magia sucede cuando las personas hacen las cosas con amor y comparten con los demás la alegría de ser como son.