La fama de Martín como detective aficionado es cada vez mayor. Nadie sospechará jamás que no puede resolver ni un crucigrama, y que su mente está vacía de pensamientos deductivos o de alguna otra clase…Nadie tampoco sospechará jamás que quien si tiene una mente sagaz y deductiva, es su pequeño hermano Gusti. Estos dos hermanos, hijos de padres dentistas, con sonrisas bien cuidadas, resolverán los casos más difíciles con joyas de nombres exóticos, robos de libros valiosos y descubrirán las mas inciertas guaridas secretas.